Antes de hacer la inversión en la compra de una silla de ruedas, es importante plantearnos una serie de sencillas preguntas para configurar la compra que más se adapte a nuestras necesidades y posibilidades. En este artículo definimos 15 factores clave a la hora de escoger la silla más adecuada:
Silla de Ruedas FIJA O PLEGABLE
La estructura de una silla de ruedas puede ser Fija, o Plegable. La energía que el usuario aplica para moverse es el doble en una silla con estructura fija (se aprovecha 15-20% del impulso), que en una plegable (aprovecha 5 – 8% del impulso). Esto es debido a que en una silla plegable, parte de la energía de propulsión se pierde en el movimiento de su estructura por los puntos de articulación. Otras ventajas que presenta el armazón rígido es que resulta fácil de manejar y es algo más ligero que uno similar plegable. Sin embargo la silla plegable resulta en general más cómoda de transportar y guardar al ocupar menos espacio plegada.
Silla de Rueda según TAMAÑO DE RUEDA TRASERA
Hacernos con una silla de ruedas con rueda trasera grande o pequeña está en función de si la persona se puede autopropulsar, es decir, si tiene fuerzas en los brazos para poder desplazarse a si mismo sin necesidad de la ayuda de un tercero. La rueda trasera grande será recomendada para aquellas que Si tienen autonomía de movimiento. En caso contrario, elegiremos la rueda trasera pequeña.
Silla de Ruedas según GRADO DE MOVIMIENTO
Es importante la postura y la comodidad, sobre todo en usuarios que estarán permanentemente en la silla de ruedas. De ahí que sea fundamental adaptar la silla a las necesidades individuales de cada usuario para conseguir:
- Mantener una buena alineación de pelvis y de columna.
- Tener buen equilibrio en sedestación.
- Prevenir las úlceras por presión.
- Mantener la función respiratoria.
- Facilitar la movilidad de los brazos.
- Facilitar el trabajo de los acompañantes.
POSTURA
Es fundamental que el usuario esté correctamente sentado en la silla. Si se desliza en el asiento, los aros quedarán demasiado altos y le resultará muy incómodo iniciar la propulsión desde atrás, por lo que tenderá a iniciarla adelantado en el recorrido. De esta forma la propulsión será más corta y menos eficiente.
ALTURA Y POSICIÓN DE LA RUEDA

Tamaño de la Silla
Ahondando en el punto anterior, para lograr una propulsión más eficaz, las ruedas traseras deben estar situadas de forma que el usuario con el hombro relajado y dejando caer el brazo estirado, pueda tocar con la punta de los dedos el eje de la rueda trasera. Si el eje de la rueda queda más alto de lo indicado, el aro de empuje le quedará también alto, y el usuario deberá flexionar demasiado los brazos para propulsarse, disminuyendo la eficacia del movimiento y empuje.
AROS DE EMPUJE
Los aros pueden ser de Titanio (muy ligeros), de Aluminio ligero (ancho de tubo más fino), de Aluminio (menos ligero, ancho de tubo más grueso y facilita la acción de empujar) o recubiertos de Plástico.
ANCHO DE SILLA
¿Qué ancho de silla vamos a necesitar?. Si la persona pesa entre 50-60 kg, la medida más recomendada es de 40 cm, si el peso de la persona ronda los 60-75 kg el tamaño recomendado es de 42 cm y si el peso es superior, elegiremos el tamaño a partir de 45 cm.
ANGULACION DE LA RUEDA
Angulación de las ruedas traseras: Si las ruedas tienen mayor anchura en la base, la silla mantendrá mejor el rumbo, será más estable y los brazos irán más pegados al cuerpo para propulsar. El inconveniente es que aumenta la anchura total de la silla, por eso solo se usa para sillas deportivas. Unas ruedas paralelas a la silla, es menos eficaz desde el punto de vista de la facilidad para rodar. Una angulación con menor anchura en la base, hace que la postura de los hombros sea peor y la silla será más inestable.
Angulación de las ruedas delanteras: Hay que comprobar siempre que las ruedas delanteras están a 90º. Si el ángulo es más abierto (superior a 90º) la silla girará más rápido pero al detenerse tenderá a irse hacia atrás y la parte delantera del armazón quedará más elevada. Si el ángulo es inferior a 90º se dificulta el giro. Cuando se quiere detener la silla, ésta tiende a seguir rodando, y la parte delantera de la silla queda más baja que la trasera.
CARACTERÍSTICAS DEL ENTORNO
Como todo, dependiendo del uso, así la elección. Si el uso va a ser fundamentalmente en el hogar, se recomienda utilizar silla de rueda trasera pequeña, pues son más estrechas al no incorporar el aro exterior y permitir radios de giro menores. Si la silla se va a utilizar en el exterior, incluso cuando la persona no se pueda autopropulsar, recomendamos silla con rueda trasera grande, ya que siempre superará con mayor facilidad las irregularidades del terreno.
FACILIDAD DE PLEGADO Y TRANSPORTE
Es importante saber la utilidad que le vamos a dar. Pensar en nosotros como usuarios y en las personas que habitualmente nos ayudan a movernos y trasladarnos.
ACTIVIDADES DIARIAS A REALIZAR
La silla es nuestra herramienta fundamental de transporte, de ahí que hacer el ejercicio de visualización moviéndonos con la silla por los entornos habituales, nos permitirá adelantar nuestras necesidades antes de realizar la compra de la silla.
ADECUACIÓN DEL USUARIO
Tiene que estar adaptada a las dimensiones, peso y tipo de discapacidad del usuario. Si el uso de la silla es permanente, conviene que disponga de cojines antiescaras.
MANUAL O ELÉCTRICA
Manual: Puede usarse en interiores, exteriores o de forma mixta. Su principal ventaja reside en la variedad de accesorios existentes, ofreciendo la posibilidad de amoldar la silla a cada necesidad. Son las más ligeras (10 – 20 Kg. aprox.). Pueden ser de dos tipos:
- Autopropulsada: Estas sillas incorporan aros para que puedan ser propulsadas por el propio usuario en situación de dependencia, o bien pueden ser impulsadas por el cuidador o acompañante. Si el usuario no puede mover la silla con la suficiente soltura no se recomienda este tipo de sillas, ya que son más anchas y pesadas que la misma versión en rueda pequeña. Será más práctica y manejable una silla sin aros.
- No Autopropulsada: Sólo pueden ser propulsadas por el cuidador o acompañante. Sus ruedas traseras son de menor tamaño, pueden ser medianas o pequeñas. Las hay plegables y fijas. Los modelos con asiento y respaldo flexible, se pliegan (25 – 35 cm de ancho) en tijera favoreciendo así la portabilidad.
Eléctrica: Esta silla es impulsada por una fuente de energía eléctrica. Pueden ser de interior, de exterior o mixtas y de tracción delantera, trasera y total. Están ideadas para personas con imposibilidad o severa dificultad para caminar, capaces de manejarlas y que quieran aumentar su autonomía para los desplazamientos.
ACCESORIOS
Un valor diferenciador son las diferentes posibilidades de configuración que nos puede ofrecer una silla. Estamos refiriéndonos a la variedad de opciones que se nos presentan a la hora de escoger entre los tipos de Respaldo, Reposapies, Reposabrazos, Reposacabeza, Asiento, Sujeciones de silla, Ruedas, Frenos, Mandos de sillas eléctricas, Aros de propulsión, Cojines anti escaras, Soporte para bastón o gotero, Porta bombonas de oxígeno, Bolsos o mochilas., Bandeja sujeta-vasos y sujeta ceniceros, Mesita (para la realización de múltiples actividades de la vida diaria desde la silla), Alargaderas o pivotes…
MATERIAL
El tipo de material que escojamos influirá sobretodo en el peso de la silla,:
- Acero: Silla más pesada y robusta. Los pesos van desde los 19 a los 21 kg.
- Acero Ligero: Es más ligera que la anterior debido a que el tubo es menos grueso, de tal manera que se reduce el peso. Los pesos rondan entre 15 y 17 kg.
- Aluminio: El aluminio es el material más ligero de los tres, de tal manera que al tener que mover la silla, cargarla en el coche, subir una cuesta… es más cómodo. Los pesos se encuentran entre los 9 y 12 kg. Como podemos ver hay una diferencia considerable con la de acero.
Y después de tener en cuenta estos 15 factores, la decisión de una u otra silla se verá condicionada por el precio. Debemos de ver todo este proceso de selección como algo fundamental ya que disponer de una silla cómoda puede mejorarnos el humor, facilitarnos la vida y transmitir buena energía a todos los que nos rodean.
Veamos la compra de una silla como una inversión en salud y felicidad, no solo para nosotros sino para aquellas personas que conviven con nosotros.
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